UGT y CCOO han firmado con la patronal el convenio del metal, que afecta a 26.000 trabajadores y que está basado en el preacuerdo alcanzado hace tres meses con el rechazo de ELA y LAB, sindicatos que no lo han suscrito por considerar que empeora las condiciones laborales actuales.
La Federación de Industria de CCOO de Navarra, al dar a conocer la firma, ha valorado en un comunicado la recuperación del poder adquisitivo que a su juicio supone, así como la regulación de los derechos que conlleva “a través del paraguas de un convenio colectivo sectorial”.
La vigencia del Convenio Siderometalúrgico de Navarra será de 3 años (2015, 2016 y 2017), con ultractividad de tres años, y el incremento salarial anual será del 1 % en el año 2015, el 1.5 % el año 2016 y en el 2017 el incremento será el que se acuerde en el AENC, con garantía del poder adquisitivo.
Estos incrementos podrán ser mejorados en los pactos de empresa que se puedan negociar, ha subrayado COOO antes de precisar que la jornada anual oficial del convenio sigue siendo de 1.695 horas.
Respecto a la flexibilidad, el convenio establece que la bolsa de disponibilidad de horas se incrementará de forma escalonada en cada año de vigencia hasta 80 horas al alza y hasta 88 horas a la baja. También recoge un plan de empleo indefinido y mejoras en las licencias.
Por su parte, el sindicato LAB ha explicado, en otro comunicado, que no va a firmar el convenio por entender que se trata de “un mal acuerdo que empeora las condiciones actuales en los apartados centrales del mismo”.
Para LAB. el acuerdo incrementa en 2 días la jornada laboral y en más de 80 horas la flexibilidad “con la consiguiente destrucción de empleo” y “precariza las condiciones del sector”, además de que “da por buena la Reforma Laboral del 2012 y deja desamparados a los trabajadores” del sector.
Este acuerdo “tiene subidas salariales insuficientes”, ha agregado el sindicato abertzale, quien ha criticado que, por primera vez en la historia del sector, se aplican las subidas únicamente a tablas.
En definitiva, ha concluido, “un convenio resultado de ‘la concertación social’ y del sindicalismo entreguista que consiste en poner una alfombra roja a la Patronal para que consiga los objetivos que se propone”.
Tampoco ELA ha firmado el convenio al entender que “no garantiza los actuales derechos y olvida a las subcontratas” y porque “no combate la aplicación de la Reforma Laboral y está repleto de medidas regresivas”.
Para este sindicato, la firma de este convenio “solo beneficia a la Patronal” ya que, por un lado “no se garantiza la estabilidad ni la calidad en el empleo y trae peores condiciones económicas para las nuevas incorporaciones” y, por otro, “no aborda los graves problemas que sufren las plantillas de las subcontratas”.
ELA se ha reafirmado en la necesidad de “organizarse en cada centro de trabajo para conseguir convenios de empresa que supongan un blindaje frente a la reforma laboral y una recuperación de las condiciones laborales perdidas con la firma de este Convenio.