Consideran que la Inspección ha dado en 2016 un “giro copernicano” al exigirlo y ésta replica que es obligado desde 1994
El registro diario de tiempo de trabajo suscita la preocupación de las empresas. El socio de Cuatrecasas, José Mª Acedo, explicó una nueva Instrucción de la Inspección de Trabajo de marzo de 2016 de la Inspección que consideró “un giro copernicano” en este aspecto. Según dijo, la Inspección considera “obligatorio” llevar un registro de jornada diaria de cada empleado en las empresas, incluso cuando no se realicen horas extras. Dicho registro “con el modelo que la empresa elija libremente” debe incluir un horario concreto de entrada y salida “ex post, no ex ante”, y estar disponible para su comprobación en cada centro de trabajo y guardarse durante 4 años. Acedo recordó que la ausencia de registro permite multas de entre 625€ y 6.250€. Y advirtió especialmente de las sanciones por el “enmascaramiento” de horas extras bajo otros conceptos salariales, “el más socorrido, incentivos” que puede ser objeto de multa de entre 6.251 y 187.515€, al considerarse infracción muy grave. Ante la insistencia de los presentes en la jornada sobre qué modelo de registro sería válido, el inspector-jefe de Navarra, Guillermo Dachary insistió en que el registro no es una novedad, sino que ya lo contempla el Estatuto de los Trabajadores desde 1994. “No corresponde a la Inspección validar el procedimiento, sino que el inspector se tiene que dar por satisfecho” con el que la empresa haya dispuesto, pero que para ellos “el control horario no es discutible” y “no nos vamos a quedar en el mero papelito”. Por ejemplo, indicó que “el que la empresa tienda a no precisar el horario en el contrato a tiempo parcial” ya es “inicialmente sospechoso” para ellos: “si pones 20 horas semanales ¿por qué no especificas las horas diarias?”, preguntó. “¿Qué pasa con los desplazamientos de trabajo como el que he hecho para venir a esta jornada?” le inquirió un asesor. “¿Tú jefe te controla las ausencias? ¿Sí? Pues que te controle las presencias”, contestó Dachary con flema, al tiempo que subrayó que “el legislador ha sido muy consciente en no decir qué método usar” y la existencia de “muchos sistemas telemáticos” para ello. No obstante, instó a los presentes a no buscar casos de laboratorio. “Nosotros vamos a ir a lo grueso”, indicó. Por ejemplo, consideró “válido” un parte manual donde el trabajador introduzca sus horas de trabajo efectivo, y no de presencia.