ELA emplaza al Gobierno de Navarra a combatir realmente la desigualdad de género en la futura Ley de Contratos Públicos. El 22 de febrero se celebra el Día Internacional por la Igualdad Salarial. Sin embargo, en la actualidad los datos sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres siguen siendo muy graves. Por ejemplo, en Navarra, las mujeres ganan de media 8.164 euros anuales menos que los hombres, lo que supone una brecha salarial de género de un 28,41% (datos del INE de 2015).
¿Qué se esconde tras la brecha salarial?
1.- División sexual del trabajo y segregación vertical
Los trabajos y el empleo se reparten en función del sexo. Por un lado, son las mujeres las que fundamentalmente asumen los trabajos de cuidado imprescindibles para la continuidad de la vida, y esos trabajos no son reconocidos social y económicamente.
Por otro, también el empleo se reparte en función del sexo, y al que desempeñan las mujeres se le atribuye un valor menor, porque en muchos casos es considerado como una prolongación natural de los trabajos de cuidado que desarrollan en el ámbito privado.
Con frecuencia, los sistemas salariales también se basan en esta situación de desigualdad. Por ejemplo, se establecen categorías correspondientes a capacidades vinculadas a los hombres, o los pluses de estos suelen ser más altos que los de las mujeres. En los puestos más altos de cada categoría u organigrama predominan los hombres, tanto en el sector privado como en el público.
2.- El hecho de tener que conciliar los trabajos de cuidado y el empleo penaliza a las mujeres
Quienes asumen el cuidado de los hijos e hijas o de familiares en situación de dependencia son en su gran mayoría mujeres. Los permisos de maternidad, excedencias, reducciones de jornada… son utilizados en la mayoría de los casos por ellas.
Además, gran parte de las personas con contrato parcial son mujeres, porque esos contratos suelen emplearse como mecanismo para conciliar el empleo y los trabajos domésticos y de cuidado. Es el propio sistema el que se aprovecha de este instrumento, porque los contratos parciales no suelen ser la opción voluntaria para la mayoría de las mujeres.
Todo ello tiene efectos inmediatos: el salario que perciben las mujeres es más bajo, porque se penalizan los periodos de salida del mercado de trabajo formal o el hecho de no trabajar a jornada completa.
3.- La precariedad de las mujeres agrava la brecha salarial
Queda demostrado que son las mujeres las que sufren principalmente la precariedad (contratos eventuales, jornada parcial…). Cuanta mayor es la precariedad, más profunda resulta la brecha salarial.
Además, las reformas de los últimos años han empeorado las condiciones de todos los trabajadores, pero especialmente las de las mujeres.
Planteamos dos claros ejemplos de la precariedad que agrava la brecha salarial:
a) Privatización y subcontratación de servicios: Muchos trabajos que tienen el mismo valor -y que, por tanto, deberían tener el mismo salario-, se privatizan o subcontratan. En muchos de esos sectores predomina el empleo femenino (residencias, limpieza, comedores escolares…). Por ello, en muchos casos es la administración pública la principal responsable de estas situaciones.
b) Estatalización de la negociación colectiva: Los convenios estatales recogen salarios más bajos, y precisamente se están aplicando en sectores con mayor presencia de mujeres (telemarketing, grandes superficies…). También a este respecto debemos señalar la responsabilidad de las administraciones navarras, ya que con frecuencia rebajan los precios de licitación y propician la aplicación de convenios estatales.
En todo caso, las administraciones navarras ya tienen por dónde empezar. La brecha salarial afecta también al propio Gobierno de Navarra. ELA promovió en 2014 una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para incorporar cláusulas sociales en los pliegos de contratación. Esa ILP contó con el respaldo de 14.635 firmas que tras el trámite parlamentario supuso la modificación de la Ley de Contratos Públicos (Ley Foral 6/2006), que aún sigue vigente.
ELA, desde el comienzo de esta legislatura, ha emplazado reiteradamente al Gobierno de Navarra a elaborar un proyecto de Ley de Contratos Públicos para consolidar los avances sociales introducidos gracias a la ILP e introducir mejoras, especialmente para extender el derecho a la subrogación en todas las modalidades de contratación pública, y no solo para los casos de concesión de servicios. Sin embargo, en el texto aprobado por el Gobierno no se ha incluido la subrogación de las plantillas en todas las modalidades de contratación, ni se han incluido otras cláusulas sociales propuestas por ELA. Por ello, siguen sin estar protegidas las plantillas que trabajan en jardines, ambulancias, limpiezas, gestión deportiva, escuelas infantiles, sector sociosanitario (intervención social…), etcétera. Como es evidente, son las mujeres las más perjudicadas por esta situación, que aún puede revertirse si el Parlamento de Navarra introduce en la futura ley las citadas propuestas.
Por otra parte, ¿supervisará el Gobierno las contratas impulsadas por las administraciones navarras?¿Garantizarán salarios dignos en los procesos de adjudicación de subcontratas? ¿Aplicará el Gobierno de Navarra en su propia plantilla las medidas correctoras de la brecha salarial?
Propuestas de ELA: 9 medidas contra la brecha salarial
La desigualdad salarial entre hombres y mujeres es un grave problema político. En su origen están la propia organización del sistema capitalista y heteropatriarcal y el reparto injusto de los trabajos. Por ello, es imprescindible dar pasos con el fin de abordar los problemas de fondo.
1.- Reparto paritario de los trabajos domésticos y de cuidado entre hombres y mujeres.
2.- Reconocimiento del valor social y económico de los trabajos de cuidado.
3.- Fomento de políticas públicas en favor del empleo de calidad, para combatir las situaciones de precariedad que sufren las mujeres.
4.- Rechazo de salarios inferiores en los servicios privatizados o subcontratados por las administraciones.
5.- Desarrollo de servicios públicos de cuidados gratuitos y universales.
6.- Igualdad en cuanto a los permisos de paternidad y maternidad, que deben ser personales e intransferibles.
7.- Exigencia de planes de igualdad reales en las empresas en las que trabajan más de 250 personas y sanciones en caso de incumplimiento.
8.- Que las medidas de conciliación no sean a costa del salario o las posibilidades de hacer carrera.
9.- Incrementos salariales más altos en sectores feminizados, con el fin de que los trabajos de igual valor sean pagados equitativamente.
ELA está dispuesta a compartir con el Gobierno de Navarra sus propuestas, siempre que se establezca adecuadamente la dimensión del problema; y a llevar dichas propuestas a las mesas de negociación colectiva y a negociar y concretar medidas para neutralizar la brecha salarial.
También contra la brecha salarial, el camino es la organización y lucha de las mujeres
La organización y la lucha de las mujeres son imprescindibles para defender unas condiciones de trabajo y de vida dignas y superar la brecha salarial.
Las mujeres que día a día luchan nos muestran el camino. Las trabajadoras de la casa de Misericordia de Iruña, entre otras, son una referencia ineludible.
Por otra parte, ¡la brecha salarial es una razón más para que las mujeres nos plantemos ante este sistema el próximo 8 de Marzo!