“…tenemos que despedir al 50% de la plantilla…”
Manuel Torres Martínez – Presidente del Grupo MTorres
Sus máquinas fabrican los aviones Airbus y Boeing, y sus sistemas de automatización llegan a 750 clientes de 70 países. Manuel Torres, a quien le faltan horas del día, se define como un «joven soñador» y conserva el entusiasmo del primer día
«Yo solo pienso en el futuro. El presente se lo dejo a los jóvenes. Solo me intereso por el futuro; lo hago para ser más longevo, y funciona». Es la filosofía de Manuel Torres, quien presume de sus orígenes en Aljucer, donde nació hace 81 años. Empezó con un título de FP y ha creado uno de los grupos tecnológicos más punteros del mundo en aeronáutica y aerogeneradores, con instalaciones en Fuente Álamo, Navarra y Seattle. Sus máquinas fabrican los aviones Airbus y Boeing, y sus sistemas de automatización llegan a 750 clientes de 70 países. El Grupo MTorres que preside está desde hace dos años bajo el mando de su hija Yolanda Torres Lusarreta, vicepresidenta ejecutiva. Manuel Torres, a quien le faltan horas del día, se define como un «joven soñador» y conserva el entusiasmo del primer día. Está volcado en la nueva división de innovación del grupo para proyectos especiales, como la desaladora submarina inteligente, que presenta como su contribución al medio ambiente y a la lucha global contra la escasez de agua.
-El cambio climático está cada vez más presente en su relato empresarial y en los proyectos que lleva a cabo el Grupo MTorres.
-La humanidad tienen un enemigo común, que es el cambio climático, y hay que mentalizar cada vez más de ello a la sociedad. Lo que ha pasado en la Región de Murcia con las riadas se puede repetir cada cinco años, nadie lo sabe, pero va a más. Cuando surge un problema para la humanidad, la capacidad destructiva se tiene que transformar en una gran capacidad constructiva. El progreso de la humanidad aumenta nuestra esperanza de vida, pero tiene daños colaterales como la codicia por el poder y los celos entre las grandes potencias. No obstante, también se crean tecnologías que pueden solucionar esos daños. Existe una mezcla de riesgo y esperanza. Si las grandes potencias empiezan a colaborar, los riesgos de exterminio desaparecen.
-¿Qué puede hacer una empresa como la suya por el Mar Menor?
-El Mar Menor es un indicio del cambio climático. Tenemos ideas y herramientas. Si los científicos, que son los que más saben, dijeran que la solución es una especie de diálisis -como hacen los riñones en el cuerpo humano-, nosotros tenemos las herramientas y tecnología para hacerlo y desarrollarlo, pero siempre tiene que ser bajo prescripción de los que saben.
–¿Qué receptividad está teniendo su proyecto de desalación en el fondo marino?
-En Murcia hay muy buena receptividad. El presidente de la patronal hizo una gran labor convocando a cien empresarios relevantes para que conocieran el proyecto. Entre los políticos también existe una buena acogida. El Gobierno central nos propone realizar la parte experimental en Canarias, aunque eso supondría más tiempo y gastos si hubiera que hacer modificaciones. Esta desaladora se basa en placas con unos circuitos hidráulicos en el interior y membranas por fuera que trabajan con presión hidrostática. Tenemos un plan estratégico para ofrecer una solución al Levante .
–¿Qué resultados tuvieron los ensayos que realizaron en verano?
-Como todo, luces y sombras. Para que la membrana se estabilice se necesitan diez o doce horas. Hemos visto algo, pero no todo. El reto, lo que nos falta, es realizar la prueba totalmente en laboratorio, viendo el sistema de membranas, la temperatura del agua… Queremos trabajar las membranas de una forma diferente. La ventaja de desalar en el fondo marino, a 400 metros de profundidad, es que no se utilizan productos químicos. No hay que hacer superfiltrado.
Tardanza con las licencias
-¿Qué volumen de producción se puede alcanzar?
-En condiciones normales podríamos llegar a cinco hectómetros cúbicos al año por cada planta. Eso supone unos 6.000 metros cúbicos por hora, lo cual es una señora planta. Puedes tener dos, tres, o más unidades, hasta llegar a 50 hectómetros cúbicos. Su coste sería la décima parte de lo que vale en tierra, y solo se gastaría el 20% de la energía. Si todo esto lo coordinamos con el cambio climático, sustituyendo la energía fósil por la renovable, tenemos un sistema de desalación más barato y con una estructura que se puede dimensionar para trabajar más horas en función de la factura energética.
-Con la demanda y escasez que existe en la Región de Murcia, necesitaría desalar mucho…
-Claro, pero no solo en Murcia, sino en todo el mundo. El problema no es solo de Murcia.
-¿Qué precio tendría el metro cúbicos, y cuándo puede ser una realidad esta desaladora?
-Con los precios de ahora, saldría a 30 céntimos, pero hay que reducir el coste de la energía. Creemos que entre un año y año y medio podríamos tener una planta experimental de 1 hectómetro, unos 120 metros cúbicos por hora. Aquí o en Canarias. Debería ser aquí.
-¿Y la financiación?
-El CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) nos ofrece financiar el cien por cien en Canarias, porque allí hay fondos Feder. En Murcia no. Estamos analizando si lo desarrollamos allí o aquí. Mientras tanto, seguimos con la investigación. El Gobierno de Canarias tiene una zona declarada para proyectos de investigación oceanográfica, y las licencias administrativas cuestan allí tres días, mientras que aquí pueden ser tres meses, o treinta meses, o nunca. Si los consensos democráticos no se ponen de acuerdo, esto es peor que una dictadura.
-¿Cuáles son los cinco proyectos que lleva en marcha para combatir el cambio climático?
-Se trata de las macrobaterías, de la desalación, y de un nuevo concepto de aerogenerador que intentamos negociar con algunas de las grandes empresas del sector, como Gamesa. Los grandes se están uniendo, y los pequeños, para abordar cosas importantes, nos tenemos que unir también a ellos. Tenemos un proyecto para intentar bajar en un 40% el costo de la energía eólica. Han tocado fondo y es muy difícil reducirlos más, a menos que apliques otra tecnología. La lucha del cambio climático está muy relacionada con los costes de la energía y otros elementos, porque si no aplicas soluciones a bajo coste, la sociedad no puede soportar ni acelerar ese proceso.
-¿En qué otros proyectos está implicada su empresa?
-Estamos desarrollando embalses prefabricados para volúmenes de 50.000 hasta un millón metros cúbicos . También trabajamos en unas tuberías de caucho muy fino pero reforzado con fibra de carbono, de tal forma que se puede plegar y elaborar bobinas de 15 kilómetros. Eso hace que los costes de transporte y distribución del agua se pueda rebajar también un 50% respecto de los precios actuales.
-Su cabeza no para de dar vueltas las 24 horas del día. ¿Cómo lo hace?
-Mi teoría es la siguiente: la gente muy inteligente no comprende a los que somos menos inteligentes, que resultamos efectivos con el trabajo, el esfuerzo y la constancia. Para hacer grandes cosas hay dos caminos: el de los que nacen con mucho talento natural y tienen capacidad de aprender lo conocido y el de quienes nacemos con poca capacidad y tenemos dificultad para aprender lo conocido, y por eso nos podemos dedicar a lo desconocido, a un área en la que nadie trabaja. Me di cuenta desde pequeño de que el tuerto siempre es el rey en el país de los ciegos.
-¿Es lo que hizo fabricando la maquinaria que se utiliza para construir aviones?
-Exactamente, pero con tecnología que nadie utiliza. Nosotros practicamos una tecnología ‘ping pong’: si un conocimiento maduro en un sector lo llevas a otro sector donde soluciona un problema, el valor añadido lo aumentas por cinco. Esa es nuestra especialidad.
Europa pierde protagonismo
-¿Con esta nueva idea de desalación quiere volver ahora, diez años después, para ganar a los que le impidieron entonces desarrollar su primer proyecto?
-No es bueno hablar de revanchas. Vamos a hablar de todo lo que sea positivo porque el rencor frena el desarrollo y el progreso. Tenemos que sumar.
-Usted quiere demostrar lo que antes no pudo hacer…
-La sociedad tiene cosas buenas y malas, intereses y poderes, y en un momento esa sociedad te impide una cosa. Por ejemplo, nosotros tenemos la mejor energía eólica, pero hace veinte años fuimos echados del mercado. Porque había mafias y te echan. Pero tenemos la mejor tecnología, de tal forma que no ha parado nuestro avance y conocimiento. Por eso ahora, con lo que hemos aprendido, estamos en condiciones de hacer un nuevo proyecto eólico para bajar los costes actuales a ese 40%.
-Construyen aerogeneradores, ¿cómo evoluciona esta industria?
-Está evolucionando, pero ha llegado al fondo de su capacidad para reducir costes. Los grandes bajan los precios de venta pero suben los de mantenimiento. Venden a costo, y el negocio está en el mantenimiento de las máquinas.
-¿Está España todavía lejos de su capacidad en energías renovables?
-En España somos pioneros mundiales en energía eólica, en especial Navarra, donde puede surgir una expansión con nuevos conceptos. Ahí queremos hacer algo nuevo, con palas diferentes de aerogeneradores . En tecnologías estratégicas, Europa ya no lidera ninguna, excepto las verdes. Luego está la energía solar, que dominan los chinos. Van muy avanzados, son muy listos y tienen costos muy baratos.
-Se impone cada vez más la industria verde, el negocio medioambiental, la sostenibilidad. ¿El que no entra, no tiene futuro?
-No todo va a ser mundo verde. Habrá otras tecnologías. Evidentemente los negocios de energías verdes tienen un gran futuro. También es verde la producción de fruta y carne, como hace ElPozo, ya que hay que alimentar a la humanidad. Los nuevos y mejores negocios que van a surgir están relacionados con la lucha contra el cambio climático. Aquí queremos volcarnos nosotros, aunque ahora tenemos un problema con la guerra comercial. Están (EE UU) empeñados en que no vendamos a China ni a Rusia, que son el 50% de nuestro mercado. España recibe muchas presiones de Estados Unidos en este sentido.
La lacra del populismo
-¿Cómo les está afectando?
-Más que afectarnos, se trata del riesgo. Si el Gobierno español no nos autoriza a exportar a China y a Rusia, tenemos que despedir al 50% de la plantilla porque nos quedamos sin la mitad del mercado. Este conflicto está desestabilizando comercialmente el mundo, y va contra los intereses de Estados Unidos, contra los valores de ese gran pueblo, que ha tenido la mala suerte de tener un presidente populista que cada mañana que se levanta empieza a tuitear y no sabe lo que dice, se contradice. Eso está desprestigiando al gran país que es Estados Unidos.
-Las ayudas de la UE al consorcio Airbus es la causa que esgrime Estados Unidos para imponer los nuevos aranceles a muchos productos, que afectan a la Región de Murcia. Es lo que subyace en esta guerra comercial.
-Eso es recíproco. Boeing es una empresa estratégica para EE UU y está protegida. Y Airbus es estratégica para Europa y también está protegida. Es lógico que ambas reciban el apoyo de sus respectivos países porque además existe competencia. Luego está el pique normal.
En detalle
- Desaladora submarina
- «La nueva planta costará la décima parte de las actuales y consumirá un 20% de energía»
- Guerra comercial
- «EE UU presiona muchoa España, y si no nos autoriza a exportar a China y Rusia perdemos la mitad del mercado»
- Filosofía
- «Solo me intereso porel futuro, para ser más longevo; el presente se lo dejo a los jóvenes. No me voy a jubilar nunca»
- Situación política
- «¿Para qué queremos a los políticos si el paísse paraliza?, habrá que tirarles de las orejas»
- Ofertas electorales
- «Algunos proponen trabajar cuatro días a la semana, ¿y por qué no dos? Es populismo»
-¿Sigue trabajando para Airbus?
-Sí, y para Boeing, con quienes estamos desarrollando un nuevo proceso para mejorar sus aviones y dejar de fabricar alas en aluminio.
-Ahora se pone el foco en la contaminación de los aviones. ¿Qué hacen al respecto?
-Si se para la aviación, se para el mundo. Si las energías renovables pueden llegar al 95%, ese 5% restante de energía fósil tendrá que ser para la aviación, ya que actualmente no hay fuentes de energía sustitutivas. Hay aviones pequeños con baterías y hélices, pero es un intento que no puede llegar muy lejos.
-¿Recibirá el Grupo MTorres algún impacto del ‘Brexit’?
-Nosotros no, porque lo que no haga Inglaterra lo harán otros, ya que necesita maquinaria. Sí afectará a los agricultores y exportadores murcianos, aunque tal vez las consecuencias no sean tan graves como se piensa. Habrá soluciones, arreglos y convenios porque a Europa no la podemos destruir, a pesar de que está perdiendo protagonismo en el mundo. Como le decía antes, Europa ya no lidera ninguna tecnología estratégica y se está quedando atrás frente a los chinos y Estados Unidos. Cuando Trump hace una guerra comercial, te dice que no puedes vender a China un componente electrónico que lleve un pequeño chip norteamericano. Aunque China es un país que puede hacerle sombra a EE UU en poco tiempo.
-¿Qué le inquieta del tablero de la política nacional?
-A nuestro negocio no le influye excesivamente. Como ciudadano español, sí me afecta que los políticos no se pongan de acuerdo; que tengamos un país que esté paralizado porque no haya capacidad de entendimiento entre la clase política. Cada vez más surgen pequeños partidos populistas. Si para buscar votos un partido dice que hay que establecer la jornada laboral de cuatro días… luego viene otro y propone que, en vez de cuatro, que sean dos días a la semana. Y cobrando lo mismo. Eso es pedirle peras al olmo, pero siempre hay gente que le votará porque le están prometiendo el oro y el moro. En los países más desarrollados funciona el bipartidismo, con una primera vuelta en la que participan todos; y en la segunda se eliminan los más pequeños y compiten los dos grandes. Alemania, Francia y Estados Unidos tienen otro sistema electoral. Con el nuestro, no sabemos si las próximas elecciones serán más de lo mismo, y que tampoco haya formación de gobierno. ¿Qué hacemos? El país se paraliza democráticamente.
-Está muy en candelero el problema de las pensiones. No sé si le preocupa…
-A mí no me preocupa porque a mis 81 años no voy a cobrar la pensión. No me voy a jubilar. Solo hay un señor que me puede jubilar cuando quiera, pero yo voluntariamente no lo haré. Además, si pudiera trabajar hasta los 90 años, sería un honor para mí seguir cotizando y no cobrar la pensión. Es un reto que me he puesto a mí mismo, seguir cotizando y no cobrar nunca. Es una suerte…
-Muchos no pueden hacer eso.
-Otros no. Por salud o porque no tienen oportunidades, hay gente que se jubila a los 55 años. El gran problema es que puede haber más pensionistas que trabajadores. ¿El trabajador va a ser un esclavo al servicio del pensionista? Es el reto para el que nadie encuentra solución. Los problemas de las pensiones y del medio ambiente son parecidos: están ahí, hablamos y hablamos pero no encontramos la solución.
Inteligencia artificial
-¿Qué hay que hacer para trabajar en el Grupo MTorres? ¿Qué perfiles les interesan?
-Ser inteligente y trabajador. El perfil se basa en ingenieros flexibles que se adaptan a todo, y también mecánicos. Nos hemos iniciado fuertemente en la inteligencia artificial y hemos creado una cátedra en la Universidad de Navarra donde formamos a chicos de Murcia y de Pamplona. Enviamos incluso a personas de Murcia a Microsoft, porque esta multinacional ha publicado un libro sobre inteligencia artificial y le dedica un capítulo a MTorres. La inteligencia artificial se aplica a todo, como la desalación, para decidir cuándo se produce agua dulce en función de los costes de la energía en cada momento, abaratando el proceso.
-Dice que el mundo está muy agitado. Siempre lo estuvo…
-Sí, pero ahora más. Es muy preocupante la situación de Oriente Medio. Cuando el presidente de Turquía dice que si sufre represalias por hacer la guerra a su manera, abre las fronteras y mete seis millones, Europa se pone a temblar porque está muy cerca de un problema muy gordo para la humanidad, que parece que ahora se está agravando. La vida española también está agitada. Los políticos están para tomar decisiones, no para neutralizarse las ideas y no hacer nada. ¿Para qué queremos a los políticos si el país se paraliza? Habrá que tirarles de las orejas, ¿no? Cariñosamente.